domingo, 5 de julio de 2009

Circuito Punta Indio, Pipinas, Veronica y la vuelta al mundo buscando el Faro De Punta Piedras

Habra sido asi la costa del Rio de La Plata que vieron los conquistadores?

Regla numero uno de la fotografia: jamas vas a salir bien en una foto que te autosacas.

Escrachada comiendo quesito.. mmm! que hago blogueando! voy por el queso que quedo!:D

Me encanta ver en los pueblos de campo esa sensacion de amplitud en las calles que llevan adonde termina el pueblo.

La vieja Cementera de Loma Negra abandonada.

Buscando nuevos circuitos para un Domingo lejos de la ciudad, esta vez pusimos proa a Punta Indio. Para Fer era primera vez, para mi era volver despues de 35 años, tras haber pasado un dia hace muuuuuuchas eras geologicas atras en el Camping del ACA. Me acordaba de la playa, la costa del rio, y de una vibora, aparentemente peligrosa que habia matado un cuidador del camping, el tobogan alitisimo. Imagenes imborrables para la mente de una nena!
De mas grande me atraia la idea de Punta Indio como Reserva Mundial de la Biosfera, que habria quedado de lo que conoci de chiquita?
Esta bueno explorar el circuito rural de la ruta 36, las parrillas, las quintas y viveros de la colectividad Japonesa (Capitulo Aparte en Mizujo!!) . Como no es una ruta super transitada al estilo ruta 7, es una delicia deslizarse en auto, realmente incluso es un camino alternativo a la costa que me atrae mas que la ruta 2.
Fuimos primero a Pipinas. Ni un pueblo tan lejano escapába a la consabida ordenanza municipal cerrando todo por varios dias por la gripe A pero el circuito gourmet estaba abierto. En Pipinas, todo el pueblo dependia de una cementera de Loma Negra que cerro en 2001. A partir de ahí, como medio de subsistencia, muchos se abocaron a la preparación de quesos, salames, panes caseros, escabeches, todas las delicias tipicas del campo Argentino. La verdad, valen la pena, los quesos y salames, nos parecieron deliciosos, si bien.. hay que preguntar porque notamos diferencias de precios bastante marcadas de un puesto a otro. Una señora abastece a los puestos de pan casero aromatizado RIQUISIMO. Vale la pena comprar miel, purisima y a buen precio.
El pueblo debe ser hermoso para visitar en verano. Esta todo bordeado de arboles, lo cual lo debe hacer una opcion hermosa para la caminata cuando este todo sombreado. Tambien es interesante ver la Cementera, es impresionante ver semejantes instalaciones caidas en desuso, pero impresionan por el tamaño. Parece ser paraje de pescadores, el viejo hotel de la Cementera esta reciclado, de manera muy simple… y es como un viaje al pasado ver los telefonos publicos con forma de burbuja de la epoca de ENTEL, reciclados con los colores de Telefonica.
Volvimos luego por Veronica, buscando la bajada a Punta Indio. El pueblo se parece bastante a Atalaya, su vecino en Magdalena, si bien Atalaya me parece mas antiguo y pintoresco. Ahora, la playa es una delicia. Muy poca suciedad (o sea poca gente!! Que bueno! Al menos en esta epoca del año!), arenas blanquitas, juncales que me hacen pensar en el rio como lo vio Juan Diaz de Solis. Un surtidisimo mercadito de artesanias. (buenos licores caseros., y mejor aun miel) asi que nos hicimos un picnic en la playita disfrutando solo del rumor del rio. A pesar del frio, de todos modos, habia gente paseando, parece un lugar tranquilo, y en el viejo hotel casino en ruinas, estaba lleno de pescadores.
Creo que el lugar debe haber conocido esplendores pasados, pero aun hoy, como es Reserva de la Unesco, tiene un aire a monte virgen, a lugar exotico, que nos atrajo muchisimo. O al menos atrae si lo que uno busca es sentarse a contemplar el rio y la naturaleza sin pedirle mas estimulo a la mente que eso. Un momento glorioso, para el monito interior que adora trepar a los arboles, hay un inmenso eucaliptos caido, que es un placer para treparse, claro que la muy tarada me habia ido en botas, casi me patino y caigo (me hubiera clavado muchas ramas en el c…) … en fin… repetire cuando hagamos un asado la proxima y vaya en zapatillas.
Para culminar la tarde quisimos ir hasta el Faro de Punta Piedras. Casi llegando a los confines mismos del Rio de la Plata donde se besa con el Mar Argentino, yo conjuraba en mi cabeza imágenes de Faro, y me deleitaba imaginando fotos de vistas marinas, con el faro, piedras, bla bla bla… Partimos por ruta 11, que es de pura conchilla hacia Punta Piedras. Siempre es atractivo internarte por un camino que recorres por primera vez, es facil hacerte a la idea que sos el primero en recorrerlo. Buscabamos, buscabamos, pero en el medio de la vegetación el faro no aparecia., no aparecia, avanzamos y nada. Hay una bajada al rio, pero es privada, en fin… A mi toda la vegetación me resultaba atractiva pero podia ver la cara de Fer al ver que el faro anunciado no aparecia nunca. OK, pense, demos la vuelta hasta llegar al asfalto de ruta 36, ya que la conchilla por momentos se hace insoportable. Pasamos un puesto de prefectura… y una estructura muy extraña tierra adentro. Sera eso? Si, si, nos sacamos la duda en Google cuando volvimos a casa. El Faro se cayo en una tormenta en 1983 y lo reconstruyeron tierra adentro, en vez de en la costa, pero no es el tipo de faro que uno ve en un cuadro de vistas marinas, sino una estructura metalica carente de toda gracia. Pero bueno.. el paseo valio la pena. Cuando llegamos al asfalto, la imagen de la ruta 11 perdiendose en el horizonte, invitandote a ir al mar, resulto irresistible. ¡Vamos por mas? Estamos a 2hs o menos de San Clemente.
Menos mal que no lo hicimos porque volviendo nos encontramos con la tormenta y el granizo. Una lluvia como hacia meses que no veiamos.
Concluimos el dia colgados de Google, y chusmeando que hay en los pueblitos que hay cerca. Pueda que no se entienda que nos atrae de estos paseos, pero los dos creemos que hay algo infinitamente relajante y poderoso en esos lugares donde el tiempo parece haberse detenido.
Y por la cantidad de relatos y links que hay en la web, no estamos solos en esto.