Uribe es un pueblo para volver ... y volver... y volver. Fue nuestra primera salida de miniturismo con el auto, alla por Sept 2005 y esta vez, fuimos por mas.
Nos dimos el gusto de comer en El Palenque, una pulperia de 1860 increiblemente bien preservada. Sugerencia: hacer reserva o ir temprano, tanto el asado como las pastas, deliciosos! Amen del condimento especial de comer entre paredes tan viejas y que han visto tantas cosas aunque nos toco ir al quincho, porque el salon principal estaba reservado.
Luego, la delicia de las caminatas por las calles del pueblito, siempre nos fascinaran esas calles que se pierden en el campo. Ibamos por L´Angosta, la cerveceria que siempre encontramos cerrada, y dimos con La Uribeña, un lugar espectacular que ya esta agendado para ser proximo lugar de almuerzo, y donde compramos cerveza artesanal. La roja, frutada, aromatica, increible!
Siguio una larguisima caminata hasta la Escuela Agraria de los Salesianos, que se engalanaba para recibir las reliquias de Don Bosco, justo anteyaer. Compramos un queso artesanal, recomendable el de oregano, muy aromatico, muy fresco, muy rico, delicioso, todo le queda superlativo. Terminamos tomando mate en la plaza y sacando estampas de un pueblo quedado en el tiempo, y que a la vez ofrece al visitante un oasis de paz .
Para la proxima visita, nos queda la intriga de quedarnos pasada la puesta del sol, cuando los visitantes de la cercana Buenos Aires se van y queda el silencio. No nos queremos perder esa imagen.
